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LOS ESTELARES
22/07/2005 - La Trastienda, Cap.Fed.

Por: Miguel Antoniucci - miguelantoniucci@hotmail.com

Es viernes a la noche, hace un frío gélido y esa maldita llovizna me irrita - mas aún - el ánimo y la nariz. Se me parte la cabeza. A pesar del clima me siento en el infierno. La fiebre se hace notar. Llego al lugar indicado esquivando charcos y noto que está a medio llenar. El panorama no es el mejor.

Aun así trato de abstraerme de la mala onda que me persigue desde la mañana y empiezo a notar la calidad dentro de la cantidad. Ellos, luqueados entre retro y stones. Ellas, preciosas en su mayoría, vestidas para infartar a cardíacos y enamorar a cualquiera. Religiosamente portan bebidas, hablan y ríen. El clima - el interior - es muy distinto a lo que sucede puertas afuera. Calidez, alegría y expectativa hacen que vuelen las camperas, bufandas y sweaters y se dejen ver, tímidas pero irreverentes, una tan variada como ingeniosa gama de remeras con inscripciones como "No creo ni en Jebús" o "The future was 5 years ago".
No es azaroso este crisol de menores de 35 y mayores de 18 reunidos esta noche, en este lugar. Al apagarse las luces y abrirse el telón aparecen ellos, los anfitriones de esta velada de informal gala y rock and roll. Una guitarra con la boca de Mick Jagger; un cantante con la actitud de Jim Morrison; un bajista tan oscuro como el animado Murdoc de Gorillaz; y un baterista con la energía comparable a la del ex Divididos "Magoo" Araujo, forman el dream team que nos hará saltar, cantar y bailar hasta el éxtasis con una algarabía y un relajo poco común después de lo que todos saben que pasó pero nadie explica porqué.
Despidiendo su último disco "Ardimos" (2003), el repertorio pasea también por temas de sus placas anteriores como "Me hundo" (Extraño lugar, 1996) y "Camas separadas" (Amantes suicidas, 1998).

Es una verdadera fiesta. Miro alrededor y me cuesta creer. ¿Será la fiebre? ¿A esto le llaman delirio? Al lado mío una mini-Pampita vestida íntegramente de rosa me mira y me sonríe como diciendo: "Sí, perfectamente puede ser un sueño". Pero no; afortunadamente estoy viviendo una realidad que extrañaba sin darme cuenta y que me hace sentir bien [anótese que ver a Los Estelares en vivo cura la gripe].
Para el delirio de "los estelares de siempre" pasan "Como cría de leopardo", "Disco Pub" y "Mar del Plata" (snif). Cumpliendo con el dicho que reza "lo bueno pasa rápido y sin darnos cuenta", el final se acerca aunque las ganas de escucharlos sigan intactas. Llega el saludo de rito y el pedido de bises - también de rito -. Otra vez las luces. Suenan los acordes de su último hit "Moneda corriente", al que le siguen "El corazón sobre todo" y "De la hoya". Ahora sí, como un nacitur que emerge a la vida, es tiempo de volver a la fría realidad de la vereda.
Ellos se despiden con un beso. Ellas planifican adonde ir. Entre murmullos alguien grita: "¡Que banda! ¡Por Dios! ¡Que banda!!"... y cuanta razón tiene.