 |
|
FESTIPULENTA #15 07/12/2012 - Centro Cultural Zaguán Sur Por: Fernando Stefanelli - fernando@recis.com.ar
 El Festipulenta, uno de los festivales independientes más interesantes que andan dando vueltas por la escena local desde ya hace un buen tiempo, llegaba a su edición número quince en su habitual sede del Centro Cultural Zaguán Sur, en el barrio de Balvanera. Nuevamente la cita era doble y con una banda de la otra orilla del charco: los ascendentes 3Pecados volvían a ser de la partida, acompañados por seis pares locales, bandas jóvenes y ya no tanto. Estuvimos en la fecha del viernes y estas son las impresiones que quedaron luego de una larga noche.
La cita era a las 21 hs, pero a esa hora seguramente solo estarían alistando las mesas con los discos, remeras, libros e historietas que forman parte de estos festivales desde siempre. La música empezaría recién a unos quince minutos de las once de la noche, con LOS PUS. El cuarteto de Luján se despachó con un set de algo que podría describirse como grunge tirando a noise. Puros guitarrazos distorsionados, baterías fuertes, y una voz que un poco por la condiciones de sonido y otro poco por la naturaleza de los temas, era cuasi un instrumento más (nota: este cronista ignora como hizo el cantante y guitarrista para sobrevivir todo el show con un pasamontañas). El resultado a pesar de todo esto era interesante: irremediablemente te terminabas dejando llevar por la cadencia de la música y terminabas moviendo la cabeza y/o pie, por lo cual, podemos decir que misión cumplida. Si buscan en bandcamp, están todos sus discos, por lo cual no cuesta nada pegarles una escuchada. A continuación, THE HOJAS SECAS tomaba la posta de Los Pus, pero con una clara intención de hacer canciones aun detrás de todo ese ruido, cosa que les salía bien, para sorpresa de quienes no los conocíamos y beneplácito de aquellos que sí. Integrantes de la escudería Discos Laptra (junto a, por ejemplo, El Mató a Un Policía Motorizado o los 107 Faunos, que cerrarían la velada del sábado), los platenses le dieron duro y parejo por una media hora larga a los temas de sus dos discos (que también se pueden escuchar y descargar en su bandcamp, y que ahora que los escucho me gustan más que lo que vi en vivo, por lo cual concluyo que las condiciones técnicas no los ayudaron a sonar todo lo limpio que podrían). A esta altura del partido la gente ya iba terminando de llegar y al parecer había un contingente de la ciudad de las diagonales que les hizo el aguante cantando e incluso pidiendo temas. Otra grata sorpresa y solo iba la mitad de la noche. A priori el plato fuerte del festival, los 3PECADOS volvían a presentarse en el Festipulenta. Pau O ‘Bianchi y cía. no han parado de cosechar elogios a ambos lados del charco por Diciembra, su último disco, y usando la vieja fórmula volver para tocar lo más posible en todos los lugares que sea posible (también le cabe lo mismo a su otro proyecto Millones de casas con Fantasmas) han empezado a entrar en el público local de un par de años a esta parte.
La particular formación con Pau en guitarra y voz, Diego en un sintetizador Korg y Pablo en batería dio otro contundente show como los que acostumbran, pasando de las más sentidas canciones a berridos cuasi punk con total naturalidad. La gente se agolpaba frente al reducido escenario del Zaguán para cantar y/o saltar al son de la música del trío, y así fue durante una hora, hasta que sonó el último segundo de feedback de la guitarra de Pau, de esapaldas a la gente, de pie sobre el soporte de uno de los equipos, para que finalmente Pablo se bajara del escenario y saliera por la puerta del frente hacia la calle (!) a modo de gran final. Sin embargo el reclamo popular pudo más, y lo trajeron de nuevo para adentro de modo que hubiese un par de bises.  El cierre le correspondía a SR .TOMATE, otra banda platense que siguió donde había dejado 3Pecados, en el sentido de la respuesta de la gente. Pero tal vez por la “amabilidad” de las canciones, acá daba más para el salto y una suerte de baile permanente en la parte de adelante. Este año finalmente salió Allá en la tierra, el esperado sucesor del gran Ritmo de vida y eso significa que tenían ocho nuevas canciones para sumar al repertorio, por lo cual la selección se paseó por un par de ellas y los que podríamos llamar “clásicos” tales como “Salir todas las semanas”, favorita de quien escribe, y tal vez uno de los puntos más altos de la larga noche. La buena onda que irradiaban un par de decenas de personas saltando sonrientes mientras cantaban las canciones de Sr Tomate es una muy buena foto para reflejar lo que fue la noche. Eso es lo que se respira en cada edición del Festipulenta, una suerte de reunión de amigos con la música (buena música, dicho sea de paso) como factor común. Quince ediciones son todo un número, que habla de la constancia y la pasión de la gente que lo organiza y otro tanto de las bandas y el público que sigue acompañando y haciendo del festival un clásico de la escena under local. Lo dicho al principio del párrafo explica un poco el por qué, a pesar de que la mayoría de las bandas que suelen tocar estén fuera del radar del “gran público” y la maquinaria comercial del bendito “rock nacional”. En la medida que ese “gran público” salga un poco de la pereza habitual, podría haber muchos otros festivales y la cosa sería aun más interesante. Pero bueno, por lo pronto al parecer en febrero hay otro y todas estas reflexiones pueden esperar a otro momento.
|
|
 |
|