Aquellas historias que no se cantanLa inmediata expansión del pop británico de la década del ochenta sobre el arco de la música contemporánea, aún no ha sido revisada con el detenimiento necesario. Sin embargo, en el libro "Depeche Mode: Black Celebration", el periodista Steve Malins repasa la trayectoria de uno de los grupos más representativos de aquel movimiento: Depeche Mode.
La estructura del texto posee una organización cronológica sobre la trayectoria de este conjunto. Entre los pasajes más destacados, cabe mencionar el capítulo "People Are People, 1961-1981". Aquí, el autor presenta la infancia de distintos integrantes del grupo, como Dave Gahan y Martin Gore, provenientes de barrios obreros de clase media (como Basildon y Dagenham [Essex] respectivamente). En esas calles, aquel joven Gahan fue arrestado varias veces por robo de autos, mientras que como miembro de Depeche Mode, este amante del blues, fue un reincidente heroinómano (circunstancias poco habituales para un artista de pop electrónico, frecuentemente asociado con la clase alta y hábitos más naif).
En este primer capítulo, Malins también observa el contexto social en el que surgió la banda, trazando un eximio análisis de las distintas subculturas británicas de los ‘80 (como mod, oi!, blitz, new wave y new romantic, entre otras).
En los restantes trece capítulos (cuyos títulos también poseen nombres o versos de distintas canciones) el autor recorre cada paso en el camino de Depeche Mode: las primeras grabaciones en el sello "Mute"; los cambios musicales; el proceso de composición; las giras; el éxito mundial; los excesos y la religión; su vínculo con grupos como Nick Cave & The Bad Seeds, Kraftwerk y U2; y la fricción entre los integrantes del grupo (cuya primera formación estaba compuesta por Andy Fletcher, Dave Gahan, Martin Gore y Vince Clark).
Pero lo más atractivo es que los músicos y las personas más cercanas a su entorno son los que relatan en primera persona cada momento de la carrera de Depeche Mode. De este modo, cada situación que atravesó el grupo, es observada desde distintas perspectivas, gracias a los testimonios que pudo recabar Malins como parte de un frondoso archivo, integrado por entrevistas a los músicos, sesionistas y productores que pasaron por este conjunto. Por lo tanto, la historia de Depeche Mode no está analizada desde un ángulo frío y distante, sino desde las vivencias de los protagonistas.
Para profundizar el abordaje de cada etapa, Malins incluye reiteradamente la mirada de Alan Wilder (uno de los músicos más importantes en el sonido de la banda), al tiempo que marca contrapuntos entre las distintas opiniones de los medios sobre la obra y los conciertos del cuarteto británico.
Pero este libro no se galvaniza únicamente con relatos: las fotos que lo ilustran, permiten sondear la primera estética ‘mod’ del grupo (camisa, sombrero y tiradores), su vestuario de cuero en 1984 influenciado en el sado-masoquismo y llegar hasta las escenografías futuristas de Anton Corbijn a principios de los ‘90.
Así, sin caer en tecnicismos musicales, y en pocas pero contundentes observaciones, el experto Steve Malins reduce su intervención a un plano secundario y le ofrece prioridad a los protagonistas de cada historia, que de este modo componen un reflejo exquisito sobre uno de los grupos medulares del último cuarto de siglo.
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